Memorial del 11 Septiembre

Estás delante de una de las dos plazas que forman el Memorial del 11-S: aquí es donde, antes del trágico atentado de 2001, se alzaban las torres gemelas del World Trade Center, un complejo empresarial de fama mundial, una de cuyas torres, la Torre Norte, fue durante un breve periodo el rascacielos más alto del mundo. Inaugurado en 1973, el World Trade Center era el símbolo del poder estadounidense, y cada una de sus torres contaba con 110 plantas de oficinas comerciales que albergaban algunos de los nombres más importantes del mundo. Pero todo cambió el 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones secuestrados chocaron frontalmente con las dos torres con pocos minutos de diferencia, provocando su incendio y su derrumbe total en sólo unas horas. Fue una tragedia que, como sin duda recordarás, conmocionó no sólo a los estadounidenses, sino al mundo entero, no sólo porque afectó a uno de los mayores símbolos de Estados Unidos, sino también y sobre todo por el catastrófico número de víctimas que se cobró. Aquí, un lugar de recuerdo, meditación y homenaje dedicado a las 3.000 víctimas de los atentados del 11 de septiembre se construyó en los años posteriores a este trágico suceso, y se inauguró en 2011, diez años después de los atentados. Situado en el lugar donde se alzaban las torres gemelas, el memorial está formado por dos grandes estanques de 9 metros de profundidad, alimentados por cascadas que simbolizan el derrumbe de las torres y el recuerdo permanente que el mundo conservará de este acontecimiento. Los nombres de las víctimas están grabados en bronce en cada uno de los estanques. Entre ellas figuran las que perecieron en las torres el 11 de septiembre de 2001, así como las que murieron el 26 de febrero de 1993, cuando el World Trade Center fue objeto de un atentado terrorista en el que murieron 6 personas. En la misma plaza, un poco más allá, hay una segunda piscina correspondiente a la segunda torre, así como el museo dedicado a los atentados, que contiene más de 10.000 objetos, fotografías y materiales recuperados de los escombros. Se trata sin duda de uno de los museos más conmovedores del mundo, que repasa los acontecimientos de una de las mayores tragedias que ha conocido nuestra sociedad.