Calle Passemillon

Aquí es imposible no mirar hacia lo alto de las casas. Esta típica calle bayonesa se caracteriza por sus casas con entramado de madera y sus contraventanas de colores. Aquí se hallan algunas de las casas de madera más bonitas de la ciudad, pintadas de color azul, rojo y verde, que destacan sobre la piedra blanca que compone los edificios. Aunque desconocemos el origen de su nombre, la calle Passemillon albergaba antiguamente sidrerías. En efecto, la sidra tiene una larga tradición en el País Vasco, donde se elabora desde tiempos inmemoriales. Denominada Sagarno, que significa vino de manzana en euskera, no se considera propiamente sidra, ya que algunas de sus características no corresponden a la definición reglamentaria francesa de sidra. Pero su sabor, que podrás comprobar si tienes la oportunidad de consumirla, es muy similar. Además aquí se cultivan manzanos desde hace siglos. La producción de sidra a gran escala se prolongó hasta el siglo XVIII, y esta bebida se llevaba en las expediciones de los marineros, puesto que tenía una serie de beneficios que les ayudaban a combatir ciertas enfermedades. En los últimos siglos, sin embargo, ha sufrido un fuerte declive en favor de la cerveza y el vino, pero hoy en día algunos productores han retomado la producción y han conseguido reactivar su consumo entre los habitantes del País Vasco. En los alrededores, podrás encontrar sidrerías que ofrecen degustaciones y venta de esta bebida local tan apreciada. Mientras tanto, sigamos avanzando por la calle Passemillon, para llegar al mercado.