Sala Hipóstila

La escalera escalonada conduce a la sala hipóstila. Ninguna de las 86 columnas dóricas que ves a tu alrededor es recta. Todas tienen la misma inclinación y sostienen cúpulas de mosaicos predominantemente blancos embellecidos con bandejas de colores. Tómate tu tiempo para observar los mosaicos. Los grandes paneles circulares en forma de rosetas representan las 4 estaciones del año, con dibujos de soles de 20 puntas de distintos colores. También hay 14 paneles más pequeños en el centro de las bóvedas, que representan el ciclo lunar con remolinos y espirales. Estos diferentes paneles son obra de Jujol, el talentoso e imaginativo colaborador de Gaudí, que creó muchos de los mosaicos del maestro. Las columnas sostienen la gran explanada superior. También sirven para recoger el agua de lluvia, que se filtra y almacena en un depósito subterráneo antes de salir a borbotones por la boca del dragón. Este espacio se imaginó como un mercado para los residentes del complejo, pero como al final no hubo complejo, tampoco hubo nunca mercado.