Plaza Richelme

Esta pequeña plaza no lejos del Ayuntamiento, acoge dos veces por semana el mercado provenzal de la ciudad, donde se venden frutas, verduras, quesos y otros productos típicos de la región. La plaza debe su nombre a Marie Rose Richelme, sobrina de un famoso cantante de ópera de Aix del siglo XIX. En realidad, se compone de dos plazas que se superponen, una creada en el siglo XIV llamada plaza de las Hierbas y otra desarrollada más tarde en el siglo XVIII, llamada plaza del Mercado. El edificio que tienes delante es un antiguo mercado de grano, convertido hoy en biblioteca. La plaza adoptó su nombre actual en 1930. Y si te preguntas por qué no hay una fuente…Se trata de la principal peculiaridad de esta plaza, ya que es una de las únicas de la ciudad que carece de fuentes. Lo que sí tiene es un oratorio, enclavado en la esquina del muro del antiguo mercado de cereales, justo delante de ti. Levanta la vista y lo verás. En la ciudad de Aix hay un centenar de oratorios, la mayoría como éste ubicados en esquinas de calles y fachadas. Consagrados a la Virgen María o a los santos patronos, se construyeron en la Edad Media para incitar a los habitantes a la oración, pero también para protegerles de las epidemias, el mal tiempo y otras catástrofes que pudieran acaecerles. En particular, permitían a la gente rezar directamente desde sus casas durante las grandes epidemias. Frente a ti se encuentra el oratorio que representa a SaintRoch, acompañado de su perro. Bajo la base de la estatua hay una inscripción que dice ” reza por nosotros “. Instalada aquí en 1849. No olvides mirar hacia arriba durante tu visita, ya que al doblar las esquinas de calles y edificios te toparás con muchos otros oratorios como éste. Sólo en la plaza Richelme, donde te encuentras, hay otro oratorio que representa a la Virgen con el Niño, al otro lado de la fachada a tu izquierda.