Visite el Jungfraujoch, el punto más alto de Europa
Encaramado a 3.454 metros de altitud en los Alpes berneses, el Jungfraujoch es un destino legendario que atrae a visitantes de todo el mundo. Apodado el “techo de Europa “, este paso entre los majestuosos picos Jungfrau y Mönch ofrece impresionantes vistas panorámicas de los eternos glaciares y las cordilleras circundantes. Una visita al Jungfraujoch es una experiencia única en el corazón de los Alpes suizos, accesible a través de la estación ferroviaria más alta de Europa. Prepárese para descubrir un mundo de hielo, nieve y luz donde las montañas revelan todo su esplendor.
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¿Qué es el Jungfraujoch, el “techo de Europa”?
El Jungfraujoch es mucho más que un puerto de montaña. Situado en Suiza, cerca deInterlaken, en el cantón de Berna, marca la frontera entre los cantones de Valais y Berna. Este paso natural une los dos emblemáticos picos del Mönch (4.107 metros) y el Jungfrau (4.158 metros), formando una espectacular cresta en el corazón de los Alpes berneses.
La fama del Jungfraujoch se debe a una serie de factores excepcionales. Alberga la estación de ferrocarril más alta de Europa, inaugurada en 1912 tras 16 años de titánica construcción. Esta proeza técnica permite ahora a los visitantes acceder fácilmente a este mundo de alta montaña, sin necesidad de conocimientos de alpinismo. El lugar es también Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2001, reconocido por su excepcional belleza natural y su importancia geológica.
Desde la plataforma de observación de la Esfinge se divisa el glaciar Aletsch, el mayor de los Alpes con 23 kilómetros de longitud. En un día despejado, la vista se extiende hasta la Selva Negra en Alemania, los Vosgos en Francia y las cumbres italianas. Visitar el Jungfraujoch es sumergirse en un paisaje virgen donde la naturaleza reina suprema, ofreciendo una experiencia inolvidable los 365 días del año.
1. El observatorio de la Esfinge: vista panorámica de 360

Encaramado en un espolón rocoso a 3.571 metros de altitud, elObservatorio de la Esfinge es el punto accesible más alto de su visita al Jungfraujoch. Un ascensor de última generación le llevará hasta esta plataforma de observación en sólo 25 segundos, ofreciéndole una de las vistas más espectaculares de los Alpes.
El panorama desde la terraza exterior es impresionante. Ante ti se extiende la inmensidad del glaciar Aletsch, un río de hielo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este gigante de 23 kilómetros serpentea entre las cumbres, ofreciendo un espectáculo natural de rara belleza. En un día despejado, la vista abarca cuatro países: Suiza, por supuesto, pero también Francia, Alemania e Italia.
Los tres gigantes de los Alpes berneses -elEiger, el Mönch y la Jungfrau- dominan el horizonte con su majestuosa presencia. El aire puro y cristalino de la alta montaña sublima los colores: el blanco deslumbrante de la nieve eterna, el azul profundo del cielo de altura y los matices minerales de las paredes rocosas crean una paleta natural inolvidable. Dedique unos 15 minutos a disfrutar al máximo de este mirador excepcional, pero no olvide sus gafas de sol y ropa de abrigo, ya que el viento puede ser gélido incluso en verano.
2. El Palacio de Hielo: un mundo de cuento excavado en el glaciar

En el corazón del glaciar Aletsch le espera un mundo fantástico: el Palacio de Hielo (Eispalast en alemán). Esculpido en el hielo en la década de 1930, esta red de galerías subterráneas ofrece una experiencia única, permitiéndole literalmente caminar por el interior de un glaciar milenario.
Nada más entrar, te sumerges en un mundo mágico de reflejos azulados. Las paredes de hielo cristalino irradian una luz suave y mágica, creando una atmósfera irreal. Por el camino, descubrirá esculturas de hielo creadas por artistas: una majestuosa águila, un oso polar, un pingüino… Cada obra parece cobrar vida en este entorno helado.
La temperatura en el interior del palacio ronda los -3 °C todo el año, lo que garantiza la perfecta conservación de las esculturas. El suelo es resbaladizo, así que tenga cuidado al deambular por estos gélidos pasillos. Esta visita de 15 minutos es una experiencia mágica para grandes y pequeños, ya que ofrece una visión poco común de la estructura interna de un glaciar alpino. La Sensación Alpina, una ruta multimedia interactiva que recorre la historia del ferrocarril de la Jungfrau, une el Palacio de Hielo con el Observatorio de la Esfinge.
3. La meseta: caminar sobre la nieve eterna

A 3.454 metros de altitud, la meseta de Jungfraujoch ofrece una experiencia única: pisar nieve eterna y disfrutar de una panorámica de 360 grados de los Alpes. Accesible directamente desde la estación, esta plataforma al aire libre garantiza nieve y hielo los 365 días del año, incluso en pleno verano.
A un lado, la mirada contempla la meseta suiza, que se extiende hasta la Selva Negra alemana y los Vosgos franceses. Al otro, se despliega el grandioso espectáculo del glaciar Aletsch, enmarcado por picos que superan los 4.000 metros. La inmensidad del paisaje, la pureza del aire y el impresionante silencio de la alta montaña crean un momento de contemplación inolvidable.
La Meseta también alberga el Snow Fun Park durante la temporada de verano (generalmente de mayo a octubre). Aquí se pueden practicar diversas actividades, como trineo, tirolina sobre el glaciar o simplemente disfrutar de las instalaciones para hacer fotos inolvidables. En invierno, la inmaculada capa de nieve proporciona un telón de fondo aún más encantador. Asegúrese de llevar ropa de abrigo, ya que las temperaturas pueden descender muy por debajo de cero, y el intenso sol de la altitud hace necesaria una protección solar eficaz.
4. El tren de la Jungfrau: un viaje extraordinario por las montañas

Una visita al Jungfraujoch comienza con una excepcional aventura ferroviaria. El ferrocarril de la Jungfrau, inaugurado en 1912, sigue siendo una de las proezas técnicas más notables de principios del siglo XX. Este ferrocarril de cremallera asciende hasta la estación más alta de Europa, ofreciendo un viaje tan espectacular como el propio destino.
Hay dos rutas desde Interlaken Ost. La opción moderna y rápida es tomar el nuevo Eiger Express, una telecabina de tres cables de última generación desde la terminal de Grindelwald, que tarda sólo 15 minutos en llegar al glaciar Eiger. Desde allí, el tren de cremallera lleva al Jungfraujoch en 26 minutos. La ruta clásica le lleva por Lauterbrunnen o Grindelwald hasta el Kleine Scheidegg, ofreciendo vistas panorámicas de los verdes valles antes de adentrarse en las montañas.
La parte más impresionante del viaje tiene lugar en un túnel excavado a través de las montañas Eiger y Mönch. Durante este ascenso de 7 kilómetros a través de la roca, el tren se detiene dos veces: en Eigerwand (2.865 metros) y en Eismeer (3.160 metros, el “mar de hielo”). Estas paradas de 5 minutos ofrecen impresionantes vistas de los glaciares y valles a través de grandes ventanales tallados en la cara norte del Eiger. La pendiente puede alcanzar el 25% en algunos tramos, lo que hace que la experiencia sea aún más sobrecogedora. Es un viaje que normalmente sólo se hace una vez en la vida, y que por sí solo justifica una visita al Jungfraujoch.
5. Exposiciones y atracciones in situ
El complejo de Jungfraujoch ofrece algo más que vistas espectaculares. El edificio Toit de l’Europe, nexo de unión entre la estación y el observatorio de la Esfinge, alberga una serie de atracciones que enriquecen la experiencia de su visita.
El Panorama de la Jungfrau ofrece una experiencia cinematográfica envolvente de 360 grados, que le sumergirá en el corazón del paisaje alpino con imágenes espectaculares. También descubrirás una exposición permanente que recorre lafascinante historia de la construcción del ferrocarril, un proyecto titánico que implicó a cientos de trabajadores durante 16 años en condiciones extremas.
Para los amantes del chocolate, Lindt Swiss Chocolate Heaven es una visita obligada. Esta tienda, la más alta del mundo, ofrece un amplio surtido de chocolates suizos de la famosa marca Lindt. Puedes deleitarte con estas delicias mientras admiras las vistas de los glaciares: una combinación única de placeres gustativos y visuales.
El lugar también cuenta con la oficina de correos más alta de Europa, donde podrá enviar postales con un matasellos especial de Jungfraujoch, un recuerdo original para sus seres queridos. Cada año se envían aquí unas 100.000 postales, lo que da fe de la popularidad de esta tradición. Varios restaurantes ofrecen diversas opciones gastronómicas, desde autoservicio hasta a la carta, que le permitirán reponer fuerzas mientras disfruta del excepcional entorno de las altas montañas.
¿Cómo se llega al Jungfraujoch?
En tren: la opción más práctica
La forma más cómoda de llegar al Jungfraujoch es en tren. Suiza cuenta con una excelente red ferroviaria, por lo que se puede llegar fácilmente a Interlaken desde las principales ciudades suizas. Desde Zúrich, el viaje dura unas 2 horas. Desde la capital, Berna, el trayecto dura menos de una hora. Ginebra está a unas 3 horas de Interlaken.
Una vez en Interlaken Ost, tome el tren BOB (Berner Oberland-Bahn) hasta Lauterbrunnen o Grindelwald, y después el tren Jungfrau desde Kleine Scheidegg hasta el Jungfraujoch. La opción más rápida es tomar el nuevo Eiger Express desde la terminal de Grindelwald: tarda alrededor de hora y media desde Interlaken Ost hasta la cumbre.
En avión: aeropuertos cercanos
Si viaja desde el extranjero, la región está bien comunicada por tres aeropuertos internacionales: Zúrich, Basilea y Ginebra. El aeropuerto de Zúrich es el más cercano y el mejor comunicado con Interlaken. Hay trenes directos desde el aeropuerto a Interlaken cada hora, con una duración del trayecto de unas 2 horas. También existe el aeropuerto de Berna, pero ofrece menos vuelos internacionales.
En coche: un viaje alpino por carretera
En coche, podrá admirar la magnífica campiña suiza a su ritmo. Se puede llegar a Interlaken por la autopista A8 desde Berna, o por Lucerna y el paso de Brünig. Tenga en cuenta, sin embargo, que no puede subir en coche hasta el Jungfraujoch. Debe dejar el coche en un aparcamiento de Interlaken (se recomienda el Park+Ride de Matten bei Interlaken), Lauterbrunnen o Grindelwald, y después coger el tren. Los aparcamientos pueden ser caros en temporada alta, así que consulte las tarifas especiales combinadas de tren y aparcamiento.
Información práctica para visitar el Jungfraujoch
Precios y entradas
Un billete de ida y vuelta al Jungfraujoch supone una inversión considerable: unos 220 CHF por adulto (unos 230 euros) desde Interlaken. Los niños menores de 6 años viajan gratis. Entre los 6 y los 15 años, se benefician de una tarifa reducida de 22 CHF si tienen la Junior Card (gratuita para los niños que viajan con sus padres).
Existen varias opciones para reducir costes. El billete Good Morning, válido en los primeros trenes de la mañana (antes de las 8 h), ofrece un descuento del 15% y la ventaja de descubrir el lugar antes del ajetreo turístico. El Jungfrau Travel Pass (de 3 a 8 días) permite viajar ilimitadamente por la región, y compensa si se planifican varias excursiones. Los titulares del Swiss Travel Pass se benefician de un descuento del 25%.
Importante: se recomienda encarecidamente reservar asiento (10 CHF extra), e incluso es obligatorio en temporada alta (de mayo a octubre), para garantizar su plaza en el tren a la hora deseada y evitar largas esperas.
Horario y duración de la visita
Se puede acceder al Jungfraujoch los 365 días del año, sean cuales sean las condiciones meteorológicas. Los trenes suelen salir de Interlaken entre las 6.30 y las 16.00 horas, con una frecuencia de unos 30 minutos. Planifique un día completo para su excursión: prevea unas 3 horas para el viaje de ida y vuelta desde Interlaken, y al menos 2 ó 3 horas in situ para aprovechar al máximo las distintas atracciones.
En verano, las primeras horas de la mañana suelen ofrecer una mejor visibilidad antes de que se formen nubes durante el día. En invierno, el espectáculo de la inmaculada capa de nieve es especialmente encantador, aunque las temperaturas son aún más rigurosas.
Qué llevar y qué vestir
A más de 3.400 metros de altitud, las condiciones meteorológicas son extremas, incluso en verano. Las temperaturas descienden regularmente por debajo de cero y el viento puede ser muy frío. Equípate con capas de ropa de abrigo: una chaqueta impermeable y cortavientos, un jersey de lana o forro polar, gorro, guantes y bufanda son imprescindibles todo el año.
Lleve calzado cerrado y antideslizante: el suelo puede ser resbaladizo, sobre todo en el Palacio de Hielo y en la Meseta. Las gafas de sol de alta calidad son indispensables, ya que los rayos UV son muy intensos en altitud, amplificados por el reflejo de la nieve. No olvide la crema solar (factor 50 como mínimo), aunque el cielo esté nublado.
En cuanto al mal de altura, la mayoría de los visitantes no tienen mayores problemas gracias al ascenso gradual en tren. Sin embargo, si es sensible, tome una aspirina y evite el ejercicio extenuante. Manténgase bien hidratado y limite el consumo de alcohol. En caso de dolores de cabeza persistentes, náuseas o mareos intensos, descienda rápidamente a una altitud inferior.
¿Dónde alojarse en los alrededores del Jungfraujoch?
Interlaken: la base ideal
Interlaken es la base ideal para visitar el Jungfraujoch. Esta encantadora ciudad enclavada entre los lagos de Thun y Brienz lo tiene todo: hoteles de todas las categorías, gran variedad de restaurantes, tiendas y una estación de tren perfectamente comunicada. Encontrará establecimientos para todos los bolsillos, desde acogedores albergues juveniles hasta hoteles de lujo con spa.
La ventaja de Interlaken reside en su céntrica ubicación: además del Jungfraujoch, podrá desplazarse fácilmente a otros lugares notables del Oberland bernés. Merece la pena pasear por la ciudad, especialmente por Höheweg, la elegante avenida principal que ofrece espectaculares vistas de la Jungfrau.
Grindelwald y Lauterbrunnen: cerca de las montañas
Para una inmersión total en el ambiente alpino, considere la posibilidad de alojarse en Grindelwald o Lauterbrunnen, dos auténticos pueblos de montaña. Grindelwald, dominado por la cara norte del Eiger, tiene un ambiente cálido y muchos chalés. Aquí se encuentra la nueva terminal del Eiger Express, que ofrece el acceso más rápido al Jungfraujoch.
Lauterbrunnen, descrito a menudo como uno de los valles alpinos más bellos, impresiona con sus 72 cascadas que brotan de las paredes verticales. El pueblo, enclavado en la hondonada de este valle en forma de U, ofrece un marco excepcionalmente romántico. Estos dos destinos le permitirán ganar tiempo la mañana de su salida hacia el Jungfraujoch y explorar otras excursiones alpinas durante su estancia.
¿Qué se puede hacer en los alrededores del Jungfraujoch?
Hay muchos otros tesoros por descubrir en la región de la Jungfrau, para realzar su estancia en los Alpes berneses.
Senderismo y actividades de montaña
Las rutas de senderismo alrededor de Wengen, Mürren y Kleine Scheidegg se encuentran entre las más bellas de Europa. El sendero panorámico entre Männlichen y Kleine Scheidegg ofrece impresionantes vistas del trío Eiger-Mönch-Jungfrau, con un desnivel moderado accesible a todos los niveles. En verano, la telecabina sube rápidamente hasta el inicio de las rutas.
Las cataratas de Trümmelbach, en Lauterbrunnen, bien merecen una visita. Estas espectaculares cascadas subterráneas, que se abren paso a través de la roca con un estruendo atronador, son un fenómeno natural único en Europa. Accesibles por funicular, ofrecen una experiencia impresionante del poder del agua.
Los lagos de Interlaken
Los lagos de Thun y Brienz, que rodean Interlaken, también merecen una visita. Los cruceros permiten admirar las montañas desde el agua, ofreciendo una perspectiva totalmente distinta. Las orillas albergan pueblos encantadores como Spiez y Brienz, famoso por su artesanía tradicional de talla en madera. En verano, las aguas turquesas son perfectas para nadar y practicar deportes acuáticos.
En conclusión, una visita al Jungfraujoch es mucho más que una simple excursión de montaña: es una aventura completa en el corazón de los Alpes suizos, que combina la destreza técnica ferroviaria con el descubrimiento de paisajes naturales excepcionales. Desde el espectacular viaje en tren de cremallera hasta las impresionantes vistas desde el observatorio de la Esfinge y la magia del Palacio de Hielo, cada momento pasado en este “techo de Europa” deja una impresión imborrable. Tanto si es aficionado a la fotografía como a la montaña o simplemente un visitante en busca de algo con lo que maravillarse, el Jungfraujoch ofrece una experiencia única accesible durante todo el año. Prepárese con cuidado, reserve sus billetes con antelación y déjese llevar por la majestuosidad de los Alpes berneses en esta inolvidable excursión a 3.454 metros de altitud.
Preguntas frecuentes sobre la visita al Jungfraujoch
¿Cuánto cuesta un billete para el Jungfraujoch?
Un billete de ida y vuelta desde Interlaken cuesta unos 220 CHF (230 €) para un adulto. Los niños menores de 6 años viajan gratis, y los que tienen entre 6 y 15 años pagan 22 CHF con una Junior Card. Hay descuentos disponibles con el billete Good Morning (-15%), el Jungfrau Travel Pass o el Swiss Travel Pass (-25%). Se recomienda reservar asiento (10 CHF) en temporada alta.
¿Cuál es la mejor época para visitar el Jungfraujoch?
El Jungfraujoch puede visitarse durante todo el año, y cada estación ofrece sus propios atractivos. De mayo a septiembre suelen ofrecer mejor visibilidad, temperaturas más suaves (aunque todavía frescas) y máxima insolación. Las mañanas, sobre todo en verano, ofrecen las mejores condiciones antes de que se formen las nubes. El invierno ofrece paisajes encantadores pero temperaturas extremas. Consulte la previsión meteorológica y las webcams antes de su visita.
¿Cuánto durará la visita?
Reserve un día completo para su excursión al Jungfraujoch. El viaje de ida y vuelta desde Interlaken dura unas 3 horas en total. En el lugar, dedique al menos 2 ó 3 horas a visitar el observatorio de la Esfinge, el Palacio de Hielo, la meseta, las exposiciones y disfrutar de los restaurantes. Los más motivados pueden dedicar de 4 a 5 horas, incluidas las caminatas por el glaciar Aletsch.
¿Es accesible el Jungfraujoch para personas con movilidad reducida?
Sí, el Jungfraujoch está relativamente bien adaptado para personas con movilidad reducida. Los trenes tienen acceso para sillas de ruedas, al igual que los ascensores del observatorio de la Esfinge. La mayoría de las atracciones principales son accesibles, aunque algunas zonas como el Palacio de Hielo pueden presentar dificultades debido al suelo resbaladizo. Es aconsejable ponerse en contacto con los Ferrocarriles de la Jungfrau con antelación para organizar su visita en las mejores condiciones posibles.
¿Se puede sufrir mal de altura en el Jungfraujoch?
El mal de altura puede producirse a 3.454 metros, aunque el ascenso gradual en tren suele limitar los síntomas. Alrededor del 10% de los visitantes sufren leves dolores de cabeza, fatiga o mareos. Para minimizar los riesgos: manténgase bien hidratado, evite el alcohol antes y durante su visita, y no haga esfuerzos mientras esté allí. Si los síntomas persisten o empeoran, descienda rápidamente a una altitud inferior. Las personas con problemas cardíacos o respiratorios deben consultar a su médico antes de la visita.
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