Iglesia Notre-Dame-des-Malades

Más reciente que el barrio en el que se encuentra, la iglesia de Notre-Dame-des-Malades es un monumento un tanto aparte en la ciudad balnearia. Su construcción, entre 1925 y 1956, estuvo marcada por el periodo de entreguerras y sirvió de prolongación a la iglesia de Saint-Blaise, situada justo detrás. Hay que decir que durante este periodo histórico bastante complicado, la ciudad experimentaba una gran afluencia de población procedente de las zonas rurales, en su mayoría creyentes y fieles. A pesar de las importantes colectas de donativos de los fieles y de los visitantes de los balnearios, las obras del nuevo lugar de culto fueron difíciles de terminar. Para minimizar los costes, se utilizó hormigón como principal material de construcción. Una elección audaz y muy discutida en su momento, pero que sería aceptada muchos años después por los habitantes de la ciudad. Si bien la fachada de Notre-Dame-des-Malades no convence a todos por su estilo moderno y depurado, el interior sí lo hace. Créenos, la excepcional decoración Art Déco bien merece una mirada. Los materiales, al igual que las técnicas artísticas, se multiplican por más de diez para un resultado rico a la vista. Antes de abandonar este espectáculo visual, no dejes de acercarte a la estatua de madera de nogal de la Virgen Negra. Venerada durante mucho tiempo por sus supuestos milagros, merece ser más conocida.