La Basílica de San Marcos

Te encuentras frente a la “mamma” de todos los edificios religiosos de Venecia. Históricamente en busca de prestigio, la ciudad ducal ambicionaba la idea de poder acoger una reliquia que estuviera a la altura de sus pretensiones. Así es como en 828, dos mercaderes venecianos traen el cuerpo del evangelista San Marcos, escondido bajo cadáveres de cerdo, para esconder los restos, desde Alejandría en Egipto. Dado que ninguna iglesia era lo suficientemente digna para recibir los restos mortales, la primera iglesia de San Marcos apareció alrededor de 830. Sin embargo, en 976, Venecia sufrió un poderoso incendio que destruyó el lugar de culto, pero también su vecino, el Palacio Ducal. Para comenzar de nuevo sobre una buena base, se construirá y consagrará una segunda iglesia en 978. Capilla privada de los dogos hasta 1797, no fue hasta 1807 que se convirtió oficialmente en la basílica de la ciudad. Aparte de su cautivadora historia, la Basílica de San Marcos tiene una apariencia que maravilla a todos, desde el primer vistazo. En el exterior, las 5 cúpulas, distribuidas en el plano en cruz griega del edificio, son las que captan instantáneamente nuestra atención. Un detalle arquitectónico que no es italiano, sino bizantino. A medida que aumentaba la riqueza y el poder de Venecia, la basílica fue remodelada considerablemente, pero también decorada. Las innumerables esculturas de diferentes épocas, las antiguas columnas y los mosaicos de los portales dejan una fuerte impresión de brillo y fortuna. En el interior, agárrate, el espectáculo no es menor. Una explosión colorida, con un predominio de dorado, te golpea en la cara desde la entrada. Los mosaicos que se ven afuera parecen insignificantes frente a los de los siglos XIII y XIV, que cubren más de 4000 m² de la superficie interna del edificio. Una riqueza inaudita, de temática bíblica, que es fruto de la acumulación de años pasados. Aunque la entrada a la Basílica de San Marcos es gratuita, el museo Marciano que se esconde allí requiere la compra de una entrada. Un poco de dinero que te permitirá ver los 4 caballos originales de San Marcos, traídos de Constantinopla, para decorar el sitio religioso en sus inicios.