Castillo del Hermine

Nos encontramos ante el llamado Castillo del Hermine. Esta hermosa mansión del siglo XVIII no tiene nada en común con el Castillo del Hermine original. El primero era un castillo fortificado construido a petición del duque Enrique IV de Bretaña en el siglo XIV. Estaba integrado en las murallas, tenía un magnífico jardín y fue la residencia principal de los duques de Bretaña antes de que decidieran trasladarse a Nantes.

El rey Francisco I de Francia se alojó aquí en 1532 para votar a favor de la unión del Ducado de Bretaña con Francia, lo que no impidió su casi destrucción con el paso del tiempo. Algunas de las piedras se utilizaron para reparar las murallas y otras para construir los muelles del puerto de Vannes.

En 1784, un pastelero lo compró, completó su demolición y construyó el complejo que se ve hoy. A partir de 1876, el sitio pasó a manos del Estado, y se le asignó diversas funciones, entre ellas la escuela de artillería, la facultad de Derecho y la Tesorería General de Morbihan.

En 1976, pasó a ser propiedad de la ciudad y se utilizó como espacio de exposiciones, en particular para el festival anual de fotografía. Hoy en día, el edificio forma parte indiscutible del patrimonio de la ciudad, y el ayuntamiento ha emprendido recientemente un megaproyecto de renovación para transformarlo en el Museo de Bellas Artes, que abrirá sus puertas a finales de 2025.

Así pues, el castillo del Hermine ha pasado página y está claro que aún le queda un brillante futuro por delante.