Barrio e Igesia Saint-Patern

Has llegado a la parte más antigua de Vannes. Aquí es donde los romanos decidieron que era un buen lugar para vivir y echaron raíces en el siglo I antes de Cristo. Es un lugar que puedes visitar paseando por sus calles empedradas, imaginando la actividad que en otro tiempo se desarrollaba en la calle de la Tannerie o en la calle del Four.

Es un barrio agradable y animado, lleno de pequeños bares y casas con entramado de madera. La iglesia del mismo nombre data del siglo XI. La primera iglesia, construida en el siglo X, fue destruida, al igual que la catedral de Vannes, durante las invasiones normandas. Toma su nombre del primer obispo de Vannes, San Paterne, que es también uno de los siete santos fundadores de Bretaña: según la tradición cristiana, 7 santos evangelizadores fundaron las 7 principales ciudades episcopales de Bretaña en los orígenes del cristianismo.

Encontrarás los nombres de algunos de estos santos en las ciudades de Saint-Malo, Saint-Brieuc y Saint-Pol-de-Léon. Vannes fue fundada por el santo Paterne. La historia cuenta que cada santo se encargó de llevar la fe cristiana a su región, fundando monasterios y construyendo iglesias. Su influencia espiritual sentó las bases del cristianismo en Bretaña. De hecho, existe una peregrinación que une cada una de estas 7 ciudades. Se llama Tro Breiz, o Vuelta a Bretaña, y la iglesia de Saint-Patern es el punto de parada en Vannes.

La iglesia románica sufrió grandes daños tras las fuertes tormentas de la década de 1720, por lo que el edificio que se ve hoy fue reconstruido a finales del siglo XVIII.  En 2005, la iglesia se incluyó en la lista de monumentos históricos, y dos años más tarde se renovó del suelo al techo en su estilo barroco original. Si gustas, puedes entrar, y luego volver por la calle principal hacia la Plaza del General de Gaulle, donde se encuentra la Prefectura, que exploraremos juntos en nuestra próxima audioguía.