Galería de Arte de Vancouver

El edificio neoclásico de tu izquierda es la Galería de Arte de Vancouver. Tiene ese aire solemne porque el edificio se construyó en 1911 como palacio de justicia provincial. Este enorme edificio de 15.300 m² cumplió su función hasta 1979, cuando los tribunales se trasladaron al nuevo palacio de justicia. El edificio fue entonces clasificado como lugar histórico canadiense. En 1931 se creó la Asociación de Galerías de Arte de Vancouver, con el objetivo de dotar a la ciudad de un museo, que se inauguró en octubre de ese mismo año en la calle Georgia. Desde que se trasladó al antiguo palacio de justicia en la década de 1980, la Galería de Arte de Vancouver se ha convertido en el mayor museo de arte del oeste de Canadá por el tamaño de su edificio. Antes de abrirse al público, el edificio fue renovado por el arquitecto más influyente del país, Arthur Erickson, como parte de la gran remodelación de la Plaza Robson. Esta emblemática plaza está situada justo detrás del museo. El plan original era construir una enorme torre gubernamental de 208 metros de altura, pero cuando el gobierno actual fue derrotado, se abandonó el proyecto. Sin emabargo, el Nuevo Partido Democrático decidió atender las preocupaciones, sobre la sombra que un edificio de ese tamaño, proyectaría sobre el centro de la ciudad. Por ello, recurrieron a un nuevo estudio de arquitectura, el de Arthur Erickson. En su biografía, escrita por Nicholas Olsberg, nos enteramos de que Erickson dijo: «No será un monumento corporativo. Pongámoslo de lado y dejemos que la gente camine sobre él». Y lo ancló así, con los tribunales (la ley) a un lado y el museo (las artes) al otro. Los cimientos de la sociedad. Y detrás de todo ello, las oficinas gubernamentales apoyan silenciosamente a su pueblo. Si das un paseo por esta plaza cívica, verás que el elemento principal es el nuevo palacio de justicia, cubierto por su inmenso tejado de cristal. También encontrarás oficinas gubernamentales y partes del campus de la Universidad de Columbia Británica. En el centro, 3 cascadas refrescan naturalmente la plaza. Y si estás aquí en invierno, no dudes en ponerte los patines y dirigirte a la pista de hielo del nivel inferior.