Antigua Oficina de Correos de Vancouver

Aquí hay varios edificios imponentes. A tu izquierda está la antigua Oficina de Correos de Vancouver, ahora convertida en centro comercial. Diseñado en estilo Bellas-Artes, es un hito clásico de Vancouver, fácilmente reconocible por su hilera de columnas monumentales, su tejado abuhardillado y, sobre todo, su torre del reloj abovedada. Está clasificado como edificio del patrimonio federal por su valor histórico y arquitectónico. Al otro lado de la calle, siempre a la izquierda, se alza el imponente edificio del Royal Bank. Fue el primer rascacielos bancario de la ciudad, inaugurado en 1931 en un estilo que combinaba Art Decó y neorrománico. Al otro lado de la calle, a tu derecha, verás el hermoso edificio neoclásico de la famosa joyería Birks. La tienda se trasladó a este lugar en 1975, tras la muy controvertida demolición del edificio original situado a pocos metros. El único elemento original que ha sobrevivido es su reloj, bajo el cual era habitual reunirse, antes de la llegada de los teléfonos móviles. Y si quieres ver algo que pocos turistas conocen, baja dos manzanas por la calle Granville. En la esquina con la calle Dunsmui, encontrarás el antiguo edificio del Banco Imperial de Comercio, ahora una farmacia. Entra y sube al segundo piso de la tienda. Te encontrarás cara a cara con un impresionante mural de mosaico, compuesto por más de 200.000 piezas de cristal veneciano. Fue creado por el artista canadiense Binning, muy influido por pintores europeos como Matisse y Picasso. La obra, abstracta donde las haya, cuenta la historia de la floreciente economía de la provincia, a través de sus diversos recursos, como la hidroelectricidad, la silvicultura, la navegación y la agricultura. Una joya escondida en el corazón de una farmacia es justo el tipo de sorpresa que te reserva Vancouver.