Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí

Dado el aparente estilo rico y detallado del edificio que tienes a tu izquierda, es difícil creer que no sientas un poco de curiosidad por saber de qué atracción típicamente valenciana se trata. Ubicado en una casa señorial del siglo XVIII, el Museo Nacional de Cerámica lleva desde 1954 mostrando el desarrollo histórico de esta tradicional forma de arte local. Es un gran edificio cúbico, originalmente de estilo gótico, con cuatro grandes torres esquineras del siglo XV. Si te acercas un poco, podrás ver la puerta de entrada principal, que no deja indiferente a ningún visitante. Está decorada de forma original, con una representación de los dos grandes ríos de Valencia, el Turia y el Júcar. Éstos están rodeados de figuras de animales y plantas, dando testimonio de la riqueza natural de la que los ríos son garantes. En cuanto al interior, algunas de las habitaciones, como el salón de baile, la cocina y la sala de fumadores, seguro que asombrarán a los visitantes, al igual que las obras de arte. Verás una colección increíble, que abarca desde la prehistoria hasta la época contemporánea. Algunas de estas espléndidas creaciones están firmadas por la hábil y talentosa mano del famoso pintor Picasso. En total, más de 500 piezas procedentes de importantes donaciones enriquecen la exposición de pago, con el añadido de piezas de orfebrería, carruajes del siglo XVIII y el mobiliario original de esta hermosa casa barroca bien conservada. Una parada rica en tradición, tan bella por fuera como por dentro. Sin duda todos tienen una parte preferida del recorrido. Es difícil elegir entre todas estas maravillas. La reproducción en azulejos y cerámica de una cocina típica valenciana es para muchos la obra más cautivadora y fascinante del museo de cerámica.