El Péndulo

Verdadero símbolo de Valence, este monumento forma parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad desde hace más de cinco siglos. Concebido como un arco de triunfo que recuerda a los de la época romana, fue edificado en 1548 como capilla funeraria por Nicolás Mistral, uno de los monjes de la catedral. Diseñada en el centro del claustro, presenta una arquitectura típicamente renacentista y se basa en técnicas de construcción complejas y geométricas, que le confieren un aspecto armonioso y elegante. Seguramente te preguntarás por qué se llama Pendentif. Pues bien, el nombre hace referencia a la forma en que se construyó: su bóveda esférica está sostenida por cuatro péndulos. Los péndulos hacen referencia a un sistema bien definido de agrupación de las piedras que, colocadas en cada esquina del monumento, forman un monumento cuadrado, mientras que su bóveda es esférica. Es un poco complejo, lo admito, pero hay que recordar que su nombre procede del método arquitectónico empleado. También hay que recordar que fue uno de los primeros edificios en inscribirse en la lista de monumentos históricos, gracias a Prosper Mérimée, comisario general de monumentos históricos, quién al pasar por delante de esta construcción decidió hacer de ella un lugar protegido en 1840. Debajo de este auténtico arco de triunfo, se encuentra una cripta que en su día sirvió de bodega y almacén. A pesar de haber sido saqueada y dañada durante las guerras de religión, sigue siendo uno de los únicos edificios religiosos mejor conservados de Valence. Incluso aún se pueden observar  trazos de los dibujos esculpidos que decoran las paredes.