Basílica Saint-Martin

La Basílica Saint-Martin que puedes ver hoy en día, fue construida entre 1887 y 1902, por el arquitecto Victor Laloux, el mismo que construyó el ayuntamiento y la estación de tren. ¡Un hombre muy ocupado, vaya! Como te decía, la basílica románica de Saint-Martin había sido destruida durante la Revolución. Pero cuando descubrieron las reliquias del santo en la cripta, en 1860, se vieron en un gran aprieto por haberlo destruido todo. Por tanto, había que reconstruir algo. En ese momento se dudaba entre reconstruir la antigua basílica de forma idéntica u optar por algo más sencillo. Al final se optó por la segunda solución, dando lugar a esta pequeña basílica de estilo románico-bizantino. En cuanto a la ornamentación y las vidrieras, todo gira en torno a San Martín. En su magnífico vitral se pueden ver los momentos clave de la historia del santo en cuestión y de la trayectoria de la Iglesia en Europa. Si te interesa saber más sobre su tumba, encontrarás una réplica en la cripta. Por último, si no quieres entrar pero quieres saber cómo era este conocido santo, observa en lo alto de la cúpula y verás su estatua que bendice a la ciudad y a todos sus habitantes.