Iglesia Notre-Dame de la Dalbade

Lo que hemos venido a ver aquí es el tímpano colorido de Notre-Dame de la Dalbade. Esta obra de cerámica data de 1878 y fue creada por el artista Gaston Virebent, inspirado en la coronación de la Virgen del pintor italiano Fra Angelico. La primera iglesia construida aquí era de un blanco deslumbrante, en honor a la pureza de la Santa Virgen, lo que le valió el nombre de Santa María la Blanca: Santa Maria dealbata en latín. Aunque hoy su color es totalmente diferente, esto se debe a que el edificio, que se remontaba al siglo VI, fue devastado por un incendio en 1442 y reconstruido con ladrillos rojos, al igual que el resto de la ciudad. Su campanario, símbolo del poder eclesiástico, se alzaba a 81 metros en el cielo y durante mucho tiempo fue el punto más alto de la ciudad, hasta que se derrumbó repentinamente en 1926. Así que la iglesia que ves aquí hoy data del siglo XV. Su fachada puede parecerles austera, pero es una representación típica del gótico meridional, también conocido como gótico toulousino. En el siglo XIII, los católicos de la región de Occitania no optaron de inmediato por el estilo gótico flamígero del norte de Francia, en gran parte para calmar a los habitantes, que aún estaban profundamente marcados por la erradicación de los Cátaros y la Inquisición medieval que luchaba contra la herejía. Los Cátaros eran parte de un movimiento religioso cristiano medieval que surgió en el sur de Francia en el siglo XII. Estaban en desacuerdo con la Iglesia católica en muchos puntos, y ésta los declaró herejes, lo que llevó a la impresionante Cruzada Albigense que dispersó a poblaciones enteras y destruyó muchas ciudades cátaras. Hoy en día se los considera a menudo mártires de la libertad religiosa y de la resistencia a la autoridad eclesiástica. Cuando la Iglesia católica romana volvió a tomar el control de la región, necesitaba reconquistar las mentes y ofreció a los fieles nuevos lugares de culto, con un estilo más austero y sobrio, mucho más acorde con el estilo de vida ascético promovido por los Cátaros. ¡Ahí lo tienes! Has descubierto el misterio de la austeridad del gótico meridional y ahora comprendes mejor las diferencias arquitectónicas entre las iglesias y catedrales del norte y del sur de Francia. No duden en echar un vistazo al interior, que aún conserva su blancura.