Templo Bentendo

En el corazón del Estanque Shinobazu, se alza el Templo Bentendo, un lugar cargado de historia y espiritualidad. Este templo, construido a principios del siglo XVII durante el periodo Edo, está dedicado a Benzaiten, la diosa de la riqueza, la felicidad, la sabiduría y la música. También conocida como Benten, esta deidad budista es la personificación del río, por lo que sus templos suelen estar situados cerca del agua. El nombre del templo incluye “Benten” y el sufijo “do”, el cual se se utiliza para designar edificios budistas. En contraste, los templos cuyo nombre termina en “den” son santuarios sintoístas, la religión tradicional de Japón. Aunque esta regla no siempre se cumple, ofrece una guía general para distinguir entre las dos religiones. El sintoísmo, practicado por más de 65 millones de japoneses, es la religión histórica del país. El budismo, introducido en Japón en el siglo VI desde China, cuenta con casi 80 millones de seguidores. Sin embargo, muchas personas en Japón practican ambas religiones, cuyas creencias y prácticas se han entrelazado a lo largo del tiempo. El Templo Bentendo formaba parte de un vasto complejo de unas 10 hectáreas, conocido como el templo Toeizan Kan’eiji, uno de los más ricos y prestigiosos de la ciudad. Fue construido por Tenkai, un monje budista del siglo XVII, sobre un islote artificial en medio del estanque. Aunque el edificio original fue destruido en los bombardeos de 1945, la reconstrucción ha sido fiel al diseño histórico, permitiendo que este templo continúe siendo un símbolo de la rica herencia cultural de Tokio.