Santuario Tosho-gu

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Frente a ti se encuentra el santuario sintoísta Ueno Tosho-gu, un lugar cargado de historia y significado. Tosho era el nombre póstumo de Tokugawa Ieyasu, el primer shogun del shogunato Tokugawa, la gran dinastía que gobernó Japón entre 1603 y 1868. Para entender mejor, echemos un vistazo a estos términos. El shogunato era el tipo de gobierno en Japón en aquella época, y hubo tres principales: Kamakura, Ashikaga y Tokugawa. Tokugawa es el nombre de la familia que gobernó durante más de dos siglos en el periodo conocido como Edo. El shogun era el líder, similar a un presidente en la actualidad. Este santuario está dedicado a Tokugawa Ieyasu, el primer shogun de la dinastía Tokugawa, conocido por unificar Japón. Con la ayuda de Hideyoshi Toyotomi y Oda Nobunaga, Tokugawa Ieyasu consolidó su poder y estableció el shogunato Tokugawa, haciendo de Edo (hoy Tokio) la capital. Así marcaron el inicio de la era Edo que duró hasta 1868 y obtuvieron reconocimiento como los tres unificadores de Japón. El santuario Ueno Tosho-gu fue construido en 1627 y modificado en 1651 para adoptar el estilo gongen-zukuri. Aquí el haiden (sala de culto) y el honden (santuario principal) están unidos bajo un mismo techo, formando una H vista desde arriba. Este edificio del siglo XVII ha resistido el paso del tiempo, sin sufrir daños significativos durante batallas o desastres naturales. Al cruzar un callejón bordeado de faroles de piedra y cobre, llegas a este santuario sintoísta, con su estructura negra y dorada que ha perdurado a lo largo de los siglos. Aunque no se puede entrar, es un magnífico ejemplo de la arquitectura tradicional de los santuarios sintoístas, que se puede admirar y sentir profundamente.
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