Parque de Ueno

Como puedes ver, este parque está lleno de maravillas por descubrir, cada rincón cuenta historias de eventos y tradiciones pasadas de la ciudad. Vamos a explorar su historia para entender su importancia y la pasión que despierta entre los visitantes de todo el mundo. El parque está adornado con estatuas, templos y pagodas porque en el pasado fue el sitio del gigantesco complejo religioso conocido como el templo Ka’nei-ji, el mayor templo budista de la ciudad durante el periodo Edo. Aunque la mayoría de los edificios fueron destruidos al final de ese periodo, algunos restos han sobrevivido al paso del tiempo. El parque se desarrolló a lo largo de los años y fue donado a la ciudad por el emperador en 1924. El parque alberga una flora y fauna excepcionales: en primavera, los cerezos en flor iluminan los caminos; en verano, los lotos despliegan sus hermosas flores blancas y rosas en el estanque Shinobazu. En el mismo estanque, puedes avistar muchas especies de aves que aprovechan las grandes hojas de loto para jugar y refrescarse. En el zoológico de Ueno, puedes encontrarte cara a cara con miles de animales de todo el mundo. Si prefieres la cultura a la naturaleza, dirígete a uno de los muchos museos del parque. Puedes descubrir el arte occidental, la historia de la ciudad, las tradiciones populares de sus habitantes o las ciencias. Visitado por más de 10 millones de personas al año, es un remanso de paz impregnado de historia. Aquí no solo puedes escapar del ajetreo de la ciudad, sino también aprender más sobre la historia de Tokio y las personas que dejaron su huella en ella, gracias a las numerosas estatuas y museos que salpican el parque. Este parque es una mezcla perfecta de naturaleza y cultura, ¡y es fácil pasar aquí varias horas!