Kan’ei-ji

Hay que saber que, el Parque de Ueno se erige sobre lo que fue un vasto complejo religioso, el templo budista más grande e importante de la capital. A lo largo del parque, aún se pueden encontrar templos y monumentos que pertenecieron a este complejo, testigos silenciosos de una era pasada. Sin embargo, la mayoría de los edificios fueron destruidos en la década de 1870, al final del reinado Tokugawa y el inicio de la era Meiji. Fue Tenkai, un monje budista de la secta Tendai, quien ordenó la construcción de este impresionante lugar en 1625, al comienzo del periodo Edo. En aquel entonces, más de 30 edificios, cada uno más prestigioso que el anterior, adornaban el paisaje. Los pocos que quedan hoy en día son un testimonio del poder y la riqueza de la familia Tokugawa. Este complejo de templos, pagodas y santuarios fue construido estratégicamente al noreste del castillo de Edo, con el propósito de alejar a los malos espíritus que se creía emanaban de esa dirección. El edificio que tienes delante aún guarda las tumbas de seis de los quince shogunes Tokugawa que gobernaron durante el periodo Edo.