Pagoda de cinco pisos

Justo al lado de la la imponente Puerta Hozomon se erige una de las estructuras más emblemáticas de Tokio: una pagoda de cinco plantas perteneciente al templo Senso-ji. En tiempos antiguos, los templos no eran edificios solitarios, sino complejos de múltiples construcciones que rodeaban el santuario principal. Esta pagoda, originalmente construida en madera en 942, ha sido testigo de la historia. Fue destruida por un terremoto un siglo después y luego por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Fue reconstruida en 1973, manteniendo su estilo arquitectónico tradicional. Con sus 53 metros de altura, es la segunda pagoda más alta de Japón y fue declarada patrimonio nacional en 1911. Aunque no se puede acceder a su interior, las pagodas son símbolos icónicos del país. Las primeras pagodas en Japón datan del siglo VI, coincidiendo con la llegada y expansión del budismo. Estas estructuras, aunque menos prominentes que los templos, custodian las reliquias sagradas del santuario en sus pisos superiores, dependiendo de su altura. La pagoda de Senso-ji, con su elegante presencia, no solo embellece el paisaje urbano de Tokio, sino que también guarda en sus alturas la esencia de la historia y la espiritualidad japonesa.