Catedral Metropolitana

No tiene pérdida: la Catedral Metropolitana se alza majestuosamente en la esquina de la Plaza de Armas. Es la sede de la Arquidiócesis de Santiago, y su construcción no fue nada fácil. Esta hermosa iglesia de arquitectura resplandeciente es la última de una serie de cinco edificios, cada uno de los cuales fue destruido por un incendio o un terremoto. Los colonos no previeron que este país se vería tan gravemente afectado por los terremotos. Chile se encuentra en la famosa placa de Nazca y tiene una larga historia de terremotos. Sin embargo, en 1800 se terminó por fin la actual catedral, diseñada por el arquitecto italiano Joaquín Toesca. Tardó mucho tiempo. Los primeros intentos se remontan a 1566. En cualquier caso, el resultado es bastante bueno. Los aficionados reconocerán las influencias barrocas y el estilo neoclásico. Pero, sobre todo, su hermosa fachada esconde una impresionante colección de arte litúrgico, así que no dudes en entrar. Aunque sólo sea para saborear la calma y la gracia del lugar en medio del bullicio de la capital. La entrada es gratuita, y también puedes visitar el museo de arte sacro, donde podrás admirar, por ejemplo, platería bávara del siglo XVI perteneciente a los jesuitas, muebles antiguos y diversas obras de arte. No obstante, ten en cuenta que si quieres visitar la catedral un domingo, el acceso está restringido para adaptarse a los horarios de misa.