Palacio de Congresos

El gran edificio que sobresale de los demás a tu derecha es el Palacio de Congresos de la ciudad. Es cierto que, mirándolo así, no resulta necesariamente atractivo, pero en realidad es un edificio vanguardista que incluso ganó el título de edificio europeo más bello en 2001. Inaugurado en 1999, fue diseñado por el arquitecto español Rafael Moneo, que lo describe como “dos rocas arrastradas”, a pocos metros del río que atraviesa la ciudad y del mar Cantábrico. Dotado de las últimas instalaciones tecnológicas, este palacio de congresos acoge cada año un gran número de eventos, entre ferias, convenciones, y por supuesto, congresos. También conocido como Palacio Kursaal, su arquitectura ultramoderna no fue muy bien recibida por el público al principio. Pero gracias al impacto positivo que ha tenido en la economía y la vida cultural de la ciudad, hoy en día se considera una visita indispensable, sobre todo porque ahora acoge cada año el Festival Internacional de Cine.