Casa William Westerfeld

No solo las Damas Pintadas impresionan en la Plaza del Álamo. También está la Casa de William Westerfeld. ¡Su historia es tan rica como extraordinaria! Su actual ocupante, Jim Siegel, cuenta la historia de cómo se enamoró de esta casa desde el asiento trasero del coche de sus padres. Le recordaba a la casa de su serie favorita de entonces, «La familia Addams». Y antes de que este niño de 8 años pudiera ahorrar y comprarla, la casa pasó por muchos propietarios, trayendo consigo historias tan disparatadas como espeluznantes. Su historia comienza en 1889, cuando un inmigrante alemán llamado William Westerfeld, propietario de panaderías y tiendas de golosinas, construyó esta casa. Según la leyenda, construyó la torre tan alta porque quería que superara a la de la casa de su hermano en el barrio de Nob Hill. De todos modos, William murió bastante pronto, y la casa fue comprada por rusos zaristas que montaron en el sótano un club nocturno llamado Dark Eye. En la década de 1940, la casa se transformó en varios apartamentos y se convirtió en una parada para músicos de jazz. En los años 60, se mencionó como casa de acogida de hippies en la novela periodística de Tom Wolf Prueba de ácido. Bueno, rusos, músicos y hippies, ¡hasta ahí todo bien! Pero las cosas se complicaron cuando el cineasta Kenneth Anger se mudó allí. Si no lo conoces, es bastante normal. Sólo hacía cortometrajes underground, muy experimentales, sobre surrealismo, erotismo gay y ocultismo. Pero su obra se volvió rápidamente satánica, y colaboraría frecuentemente con el fundador de la Iglesia de Satán, que acudía a la casa con su cachorro de león mascota, así como con Bobby Beausoleil, de la familia Manson, si, del criminal Charles Manson. Todo este periodo sedujo a una multitud bastante oscura, y se sabe que allí se celebraron varios rituales y ceremonias. Los años han pasado, ¡pero no impidieron que el actual propietario purificara y bendijera su casa antes de mudarse!