Jardines de Yerba Buena

Los Jardines de Yerba Buena están justo al otro lado de la calle. Como quizá sepas, Yerba Buena era el nombre original de San Francisco. Permíteme que te cuente su historia mientras paseas por los jardines. Al principio, estaban los mohaves, que habitaban pacíficamente la zona de la bahía. Luego vinieron los jesuitas, expulsados más tarde por el rey de España para traer a sus misioneros franciscanos. Sí, claro, ahora ves la conexión con el nombre de la ciudad. Fundaron la primera pequeña ciudad de San Francisco de Asís. Unos años más tarde, los ingleses y otros colonos se asentaron en una colina, al igual que los rusos, que formaron Fuerte Ross en 1812. En 1821, California quedó bajo soberanía mexicana y toda la zona recibió el nombre de Yerba Buena, que es el nombre español de la menta silvestre, ya que las colinas estaban alfombradas de ella. En 1846, durante la guerra mexicano-estadounidense, la ciudad fue tomada por los estadounidenses y Yerba Buena pasó a llamarse San Francisco, en recuerdo de la primera misión de los frailes franciscanos. Y para terminar la historia, tienes que saber que, México y Estados Unidos firmaron el Tratado de Hidalgo en 1878. No fue una buena noticia para los mexicanos, pues iban a perder toda California, Arizona, Colorado, Nevada, Nuevo México y Utah. Una pérdida significante, ¿verdad? Eso es todo para el nombre del jardín un poco de historia californiana. Aquí hay muchos más puntos de interés. En el extremo de los jardines está el Moscone Center, el mayor centro de convenciones de San Francisco. A la izquierda está el YBCA, el Centro Yerba Buena para las Artes, que divide el Museo de Arte Moderno de San Francisco en dos partes, en la que estás tú y la otra al otro lado de la calle. En cuanto a la fuente en cascada que tienes delante, que separa la sección de la explanada del resto de los jardines, es el monumento a Martin Luther King, llamado Revelation. Verás una foto del pastor y varias de sus citas más conocidas, traducidas a varios idiomas. Si viajas con niños, debes saber que detrás del centro Moscone tienes toda una zona que encanta a los niños, con un carrusel antiguo, una pista de hielo, un parque infantil y el Museo de la Creatividad, que está dedicado a ellos.