Fuente de Lotta

Esta fuente de hierro fundido es muy hermosa. Tan hermosa que resulta casi extraño verla encajonada entre dos pasos de peatones. Se llama Fuente de Lotta. Lotta, llamada así por la actriz que la encargó y donó a la ciudad de San Francisco en 1875. Si la ciudad ha crecido a su alrededor y nunca se ha movido, ¡es por una buena razón! Aquí es donde la gente se reunió espontáneamente tras el terremoto de 1906 para encontrar a sus seres queridos. Puedes ver dos placas conmemorativas. Una por su papel como punto de encuentro tras el terremoto, la otra por la cantante de ópera Luisa Tetrazzini, que actuó delante de la fuente en Nochebuena. En 1999 se le devolvió su antiguo esplendor y se volvió a pintar de ese marrón dorado metálico que tan bien le sienta. El terremoto de 1906 dejó una huella indeleble en la ciudad de San Francisco y en todos sus habitantes. Varias sacudidas sísmicas, de entre 7,8 y 8,3 grados en la escala de Richter, sacudieron violentamente la ciudad y la sumieron en un desastroso incendio que duró más de tres días. Barrios enteros quedaron destruidos, y no menos de 3.000 personas murieron y más de la mitad de la población se quedó sin hogar. A lo largo de sus vidas, los supervivientes del terremoto se reunieron cada 18 de abril a las 5:12 am frente a la Fuente de Lotta en conmemoración de este terrible suceso. En 2015 fallecieron los últimos supervivientes, pero la fuente sigue siendo un lugar de reunión durante las conmemoraciones de las víctimas del terremoto o para llamar la atención sobre la importancia de la preparación ante los terremotos. No olvidemos que San Francisco se asienta sobre la Falla de San Andrés, que tiene 1.000 kilómetros de longitud y es responsable de grandes terremotos en California. Así que más vale estar preparado para reaccionar rápidamente en caso de temblor.