Palacio Mirabell

Frente a esta gran estatua que representa a Pegaso, se alza el palacio Mirabell. Fue construido en 1606 por orden del príncipe-arzobispo de la ciudad, Wolf Dietrich von Raitenau, que quiso regalar a su amada una hermosa residencia para ella y sus hijos.

Sin embargo, el palacio sería completamente reconstruido 100 años más tarde, en un elegante estilo barroco que por entonces se imponía en toda la ciudad. Al mismo tiempo, se crean los jardines que lo rodean, entre ellos el famoso jardín de los enanos, que te recomiendo visitar. Fue una novedad para la época: en una zona del parque se colocaron numerosas figuras de enanos de jardín, pequeñas estatuillas de aspecto bastante curioso.

El palacio acogió, en sus fastuosos salones, a los príncipes-arzobispos de la ciudad hasta 1803, antes de pasar a manos del reino de Baviera y de la familia Wittelsbach, como el resto de Salzburgo. Aquí nació, en 1815, Otón I, príncipe de Baviera y más tarde rey de Grecia.

El nombre de esta bella residencia procede del italiano: de mirabile (“admirable”) y bella (“bella”). Mozart pasó varias veces por aquí a lo largo de su carrera para tocar en la excepcional Sala de Mármol, considerada una de las más bellas salas de bodas del mundo. Hoy en día, en su interior todavía se celebran ceremonias, conciertos y bodas, y alberga las oficinas del alcalde y la administración municipal. Sí, el alcalde tiene un despacho de lo más elegante.

Actualmente, solo la escalera de los ángeles y la Sala de Mármol están abiertas al público; el resto del edificio pertenece a los servicios municipales. Te aconsejo visitarlo: es una excelente forma de apreciar la riqueza y la grandeza de los príncipes-arzobispos que gobernaron Salzburgo en su época.