La historia de Salzburgo

Un pequeño paréntesis en la visita para descubrir la historia de la que se conoce como la “Roma de los Alpes”. Salzburgo, ciudad de Austria y capital del land del mismo nombre, es una metrópoli con una historia muy rica. Su nombre proviene de las numerosas minas de sal de la región, que le permitieron un gran crecimiento económico, así como de su fortaleza, erigida en el siglo XI.

La región parece estar habitada desde el Neolítico, primero por los ilirios y después por los celtas. Conquistada por los romanos en el siglo I a. C., pasó a llamarse Juvavum. Tras la caída del Imperio romano, fue evangelizada y gobernada por obispos y luego por arzobispos; es en esta época cuando se funda la abadía de San Pedro.

Ciudad independiente, fue gobernada por príncipes-arzobispos desde el siglo XIII hasta el XIX. Durante este período, se expandió, prosperó gracias al comercio de sal y adoptó el estilo barroco bajo los mandatos de los príncipes-arzobispos Wolf Dietrich von Raitenau, Marjus Sittikus von Hohenems y Paris von Lodron. Esto significa que muchos de sus monumentos fueron restaurados o reconstruidos en estilo barroco, predominante en el Renacimiento italiano, cuya influencia llegó hasta nuestra hermosa ciudad austríaca. Fueron dos arquitectos italianos, Vincenzo Scamozzi y Santino Solari, quienes se encargaron de darle la imagen que tiene hoy.

En 1803, Salzburgo pasó al Gran Ducado de Toscana, para ser anexionada dos años después por Austria, luego por Baviera cuatro años más tarde, y de nuevo por Austria en 1816. Lo habrás entendido: Salzburgo fue durante mucho tiempo independiente gracias a sus príncipes-arzobispos que, con su riqueza y poder, la convirtieron en una ciudad hermosa, con monumentos impresionantes y una amplia cultura.

Todo ello bien protegido por una poderosa fortaleza, que también la situaba en un alto rango militar, y acompañada por el talento sin igual del célebre Mozart, que no dejaría de darla a conocer en todo el mundo. Hoy, cuarta ciudad de Austria, sigue brillando por sus monumentos, su arte y el rico legado que dejó este ilustre compositor.