Catedral de San Vicente

Aquí nos encontramos frente a la catedral de San Vicente. Fue construida en el siglo XII. En un principio, la catedral local era la antigua catedral de Saint-Jean, en la ciudad de Alet, pero como la isla de Saint-Malo parecía impenetrable y mucho más fácil de defender, el conocido como Jean de Châtillon, que puede considerarse el segundo santo fundador de la ciudad, decidió trasladar allí su obispado y hacer construir una nueva catedral en pleno corazón de Saint-Malo. Y no era para menos. Al trasladar la sede episcopal de Alet a Saint-Malo, transformó radicalmente la vida de la ciudad, que experimentó la llegada de numerosos conventos, mercados y artesanos a la par que la catedral. La catedral del siglo XII se construyó sobre los cimientos de un lugar mucho más antiguo, que data del siglo VII. De este conjunto románico sólo se conservan algunas partes, entre ellas la Nave. Lo que puedes ver hoy es el resultado de varias construcciones y ampliaciones a lo largo de los siglos, seguidas de restauraciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Si la visitas, verás un magnífico rosetón diseñado en la década de 1960 para devolver a la catedral el aspecto que tenía antes de su destrucción por los ingleses en 1695. También encontrarás un mosaico que representa a Jacques Cartier arrodillado antes de partir hacia Canadá. El obispado de Saint-Malo ya no existe, pero su hermosa catedral forma parte del patrimonio de la ciudad y está catalogada como monumento histórico desde 1910.