Jardín del Estado

Ahora llegas a los jardines del Estado, antiguamente conocidos como los Jardines del Rey. Fueron creados en 1767 por Honoré de Crémont, encargado de la isla en nombre del rey, para que sirvieran de jardín de aclimatación. Como su nombre indica, sirve para aclimatar plantas de otras partes del mundo a su nuevo hogar. Estos antiguos jardines coloniales fueron un paso importante en el desarrollo de la botánica. Por ejemplo, el rey de España hizo construir un jardín de aclimatación en Tenerife para albergar plantas del Nuevo Mundo antes de trasladarlas a Madrid. El que visitas tiene 4 hectáreas y contiene numerosos árboles, plantas y especias traídos de fuera de la isla por Pierre Poivre, un administrador colonial que también era horticultor y botánico. Fue enviado a la isla de Borbón para establecer las nuevas administraciones reales que debían sustituir a la Compañia de las Indias Orientales, que acabó quebrando. También fue responsable del Jardín Botánico de Pamplemousse en Mauricio. Asimismo, fascinado por las especias y el comercio de las mismas, introdujo en Borbón el clavo, el lichi, el anís estrellado y el aguacate brasileño. También le interesaban mucho los árboles frutales como el mango, el mangostán y el cacao. Por otra parte, fue un administrador que no creía en la utilidad de la esclavitud y denunciaba su inmoralidad. Puedes ver su busto en el jardín. De 1865 a 1871, la gestión del jardín se confió a la Sociedad Colonial de Aclimatación, cuya misión era enriquecer la flora y la fauna de Reunión. Se introdujeron animales y el lugar pasó a llamarse Jardín Colonial, que se convirtió en el primer zoológico de Reunión. Luego, a mediados del siglo XIX, el Jardín de Aclimatación se transformó en un verdadero jardín público. Cuando Reunión se convirtió en departamento francés en 1948, el jardín fue renombrado como Jardín del Estado y completamente rediseñado y replanteado. Se abandonaron los largos senderos rectos en favor de paseos curvos y áreas de césped. Hoy en día, es un lugar encantador para pasear y alberga un jardín botánico excepcional, todo ello catalogado como monumento histórico.