Museo Le Secq des Tournelles

Cuando viniste a Ruán, quizá no te imaginabas que podrías visitar tantas iglesias en una sola visita. Pero créenos, cada una de ellas tiene algo que enseñarnos sobre la ciudad. Y aquí tienes un buen ejemplo. Desde su primera mención en los suburbios de Ruán, en el siglo XI, hasta nuestros días, la iglesia de Saint-Laurent no ha tenido la mejor de las trayectorias. En 1248 se incendió y no se reconstruyó hasta 200 años después. En 1520 se derrumbó su campanario. Mientras se restauraba, una tormenta y luego un huracán golpearon de frente su aguja entre 1638 y 1683.

Exasperada o no por esta repetida mala suerte, la parroquia de Saint-Laurent fue suprimida en 1791 y la iglesia quedó completamente en desuso. Al menos hemos pasado página. Convertido más tarde en cobertizo y establos, el edificio religioso estuvo amenazado de demolición en 1891 para ser sustituido por un bloque de pisos. Afortunadamente, el proyecto no siguió adelante. Restaurada en 1911 y declarada monumento histórico en 1914, la iglesia Saint-Laurent ha vuelto a cambiar de función. Desde 1921, alberga el Museo Le Secq des Tournelles, dedicado a las artes del hierro.

La institución fue idea de Henri Le Secq, pintor, grabador, fotógrafo y coleccionista francés que, encargado de inmortalizar los monumentos históricos, conservó las obras de hierro que habían estado amenazadas de destrucción por el infatigable arquitecto francés Eugène Haussmann. Este fue el comienzo de una impresionante colección de herrajes, de la que se dice que es la mayor del mundo, que el hijo de Le Secq continuaría a su vez. En total, en la antigua iglesia Saint-Laurent se exponen casi 14.000 piezas de la época galo-romana al siglo XIX, que abarcan todos los registros. Barandillas, pasamanos, joyas, cerraduras, letreros, artículos de costura… ¡es simplemente ilimitado! No puedes rechazar la oportunidad de conocer este oficio tan presente en Normandía, ¡gracias a la abundancia de mineral! Además, ¡la entrada es gratuita!