Iglesia Saint-Maclou

La iglesia de Saint-Maclou, situada en un entorno de casas construidas principalmente con entramado de madera, desprende una singularidad, o mejor dicho, una gracia inimitable. La iglesia se construyó entre 1436 y 1517 en las marismas del Robec, un antiguo arroyo del barrio de Antiguedades. La arquitectura gótica flamígera estaba de moda en aquella época. Aunque la estructura de los edificios no cambió mucho, el realce de la decoración si lo hizo, incluso se recargó. Pero siempre con gusto, como puedes ver en la fachada principal de la iglesia de Saint-Maclou.

En este encaje de piedra, que combina delicadeza y temperamento, puedes distinguir un porche de 5 tramos que no es plano, sino que está colocado a lo largo de una curva de 180 grados. ¡Una característica verdaderamente rara! La Torre Lanterne, cuya aguja de 83 metros apunta hacia el cielo desde el siglo XIX, sigue la pura tradición normanda y funciona como campanario. Te dejaremos que atravieses una de las puertas renacentistas de madera tallada para continuar tu visita. La puerta central, la más ancha, está dominada por una suntuosa representación del Juicio Final y la resurrección de los muertos. Mucho más sobrio de lo que el exterior nos haría creer, el interior está bañado de luz, símbolo de lo divino.

Bajo la bóveda de dos niveles, típica de Normandía, puedes admirar una hermosa caja de órgano renacentista, una elegante escalera de caracol, vitrales  en su mayoría del siglo XV, la viga de Cristo en la Cruz instalada en 1758, y mucho más. Sobrio no significa carente de tesoros. Dañada durante las Guerras de Religión y de nuevo durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia de Saint-Maclou se ha sometido recientemente a un periodo de importante restauración. Esto debería asegurarle muchos más días de gloria como uno de los monumentos históricos de Ruán.