Antiguo palacio episcopal

Detrás de estos muros se esconden más de quince siglos de historia religiosa. Estás frente al antiguo palacio episcopal de Rodez. El obispado se fundó en el siglo V con San Amans, su primer obispo, en las tierras de la antigua ciudad gala-romana de los Rutènes. Aquí se levantaron tres palacios sucesivos: el primero, adosado a la muralla, fue destruido para ampliar la catedral; el segundo, construido en el siglo XV, desapareció durante las guerras de religión; y el tercero, el que ves hoy, fue erigido en 1694 por Monseñor de Lusignan. Con su monumental escalera en forma de herradura, sus salones de recepción y sus jardines de estilo francés, refleja toda la grandeza del episcopado del Antiguo Régimen. Grandes obispos dejaron su huella en este lugar, como François d’Estaing, que concluyó la catedral, o Georges d’Armagnac, humanista del Renacimiento. Declarado Monumento Histórico, el antiguo obispado forma junto a la catedral de Notre-Dame uno de los conjuntos más prestigiosos del patrimonio de Rodez, testimonio vivo del poder espiritual y cultural del Rouergue a lo largo de los siglos.