A unos cuarenta kilómetros de Rodez, Conques es uno de los pueblos más bonitos de Francia, célebre por su abadía románica inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO. El tesoro de orfebrería medieval y las vidrieras contemporáneas de Pierre Soulages lo convierten en un lugar único, en la encrucijada de la historia y el arte.
Situado a unos treinta minutos de Rodez, este castillo renacentista magníficamente restaurado está considerado como uno de los más bellos del suroeste. Sus fachadas esculpidas y sus jardines renacentistas reconstruidos transportan a los visitantes al siglo XVI.
A solo 20 km de Rodez, el paraje natural de Bozouls sorprende por su impresionante circo en forma de herradura excavado por el río Dourdou. El pueblo se construyó en equilibrio al borde del acantilado, ofreciendo panorámicas espectaculares.
El pueblo de Sauveterre-de-Rouergue
Catalogado entre los pueblos más bonitos de Francia, este bastión medieval fundado en el siglo XIII es un ejemplo notable de bastida. Su gran plaza central rodeada de soportales y sus casas con entramado de madera ilustran perfectamente el arte de vivir de antaño.
Najac y su fortaleza
A aproximadamente una hora en coche, Najac es un pueblo encaramado sobre un espolón rocoso que domina las gargantas del Aveyron. Su castillo del siglo XIII, construido por los condes de Toulouse, ofrece una inmersión en la historia medieval.
La meseta del Aubrac
Al norte de Rodez, los paisajes del Aubrac alternan pastos, burones y hayedos. Es un paraíso para el senderismo, pero también una tierra de gastronomía, famosa por el aligot, la carne de Aubrac y los quesos locales.
El viaducto de Millau
A aproximadamente una hora de Rodez, esta obra maestra de la arquitectura contemporánea es uno de los puentes más altos del mundo. Desde el mirador, la vista sobre el valle del Tarn y la obra de arte es espectacular.
Marcillac y su viñedo
A unos quince kilómetros, las laderas de Marcillac producen un vino tinto vivo y afrutado, elaborado a partir de la uva mansois. La ruta del vino permite descubrir bodegas, fincas familiares y encantadores pueblos vitivinícolas.
Museo Joseph Vaylet y Museo del Cuchillo de Laguiole
De camino a Laguiole, podrás descubrir la historia de la cuchillería de Aveyron y admirar el saber hacer ancestral de los artesanos. Laguiole es también un punto de partida ideal para explorar el Aubrac.
El valle del Lot
Al oeste de Rodez, el valle del Lot despliega sus paisajes de viñedos, pueblos pintorescos y meandros verdes. Allí se pueden descubrir localidades como Estaing, catalogado entre los pueblos más bonitos de Francia, o Espalion, famoso por su viejo puente medieval.
Las gargantas del Aveyron
Más al sur, las gargantas del Aveyron ofrecen un entorno salvaje ideal para los amantes del aire libre. Piragüismo, escalada, senderismo o simples paseos a orillas del río permiten disfrutar de este marco espectacular.
Belcastel
Este pueblo medieval, dominado por su castillo perfectamente restaurado, está considerado como una de las joyas del Aveyron. Sus callejuelas empedradas, sus casas de piedra y su puente gótico lo convierten en una etapa imprescindible.
Villefranche-de-Rouergue
Fundada en el siglo XIII, esta bastida real es conocida por su amplia plaza central bordeada de soportales y por su imponente colegiata. El mercado semanal del jueves por la mañana es uno de los más reputados de la región.
Peyrusse-le-Roc
Encantado sobre un espolón rocoso, este pueblo conserva vestigios medievales impresionantes, entre ellos las ruinas de torres que dominan el valle. El paseo hasta el sitio ofrece un verdadero viaje en el tiempo.
Salles-la-Source
Este pequeño pueblo, situado a unos diez kilómetros de Rodez, es célebre por su espectacular cascada que brota en el corazón del casco urbano. Es una excursión natural perfecta para combinar con una visita al museo local.
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