La casa de gobierno

Lejos de ser el edificio más representativo de Reykjavik, la Casa de Gobierno no necesita trucos para justificar su importancia en la ciudad. Su primer papel lo obtuvo en 1770. En ese momento, el rey Federico V de Dinamarca, gobernante del país, le otorgó el estatus de prisión. Rol que desempeñará hasta 1816.

Después de eso, un gran cambio de situación. La que solo había conocido la compañía de reclusos fue finalmente ocupada por los gobernadores de Dinamarca. Seamos honestos, a eso se le llama dar un gran salto. Sin embargo, la subida de gama del edificio no se detendrá allí.

En 1944, Islandia finalmente se independizó y en 1973 la casa de gobierno se convirtió en la sede de la presidencia de este nuevo país libre. La situación podría haber permanecido así, pero el resto de la historia lo quiso de otra manera. Por eso, desde 1904, la Casa de Gobierno es la residencia oficial del Primer Ministro.

Y para sorpresa de todos, no se ha implementado ningún dispositivo de seguridad, al contrario de lo que estamos acostumbrados a ver. Eso solo demuestra que la isla prospera bien en un ambiente pacífico y tranquilo. Bueno, con algunas excepciones, ya que no estás exento de tropezar con signos de descontento de los habitantes del lugar.

El papel higiénico y el graffiti ya han cubierto el monumento político, así como las dos estatuas colocadas a ambos lados. La de la izquierda representa a Christian IX, el último rey danés que gobernó Islandia, y la de la derecha rinde homenaje a Hannes Hafstein, primer ministro islandés en 1904 y 1912.