Calle Laugavegur

Ahí están, amigos, en plena travesía por la calle Laugavegur. Recuerda su nombre, ya que es la principal arteria comercial del centro de Reykjavik.

Traducción, no encontrarás mejor lugar para sumergirte en el ritmo de vida de los locales. Detrás de cada escaparate de tienda, a menudo colorido, hay una buena excusa para reducir el ritmo.

Tiendas chic escandinavas para conocer la última moda del país, tiendas de souvenirs para llenar la nostalgia de los turistas, pero también una gran variedad de cafés y restaurantes. Una información más que esencial que hay que conocer, si los 2 km de largo que mide la calle de repente te han abierto el apetito.

Los estómagos vacíos encontrarán fácilmente su felicidad entre dos especialidades culinarias. Por ejemplo, snúður, estos pasteles dulces en forma de espiral o kleinur, unos pequeños unas pequeñas rosquillas crujientes.

Si bien hoy en día es el lugar ideal para pasear y dejarse llevar, en 1885 la calle Laugavegur servía para otra cosa muy diferente. Las mujeres la tomaban a diario para llegar al valle de Laugardalur y a sus aguas termales. En ese momento, todavía no se trataba de un lugar para nadar. ¡No, demasiado pronto! Sino más bien un punto de encuentro privilegiado para lavar la ropa.

Y el nombre Laugavegur es un guiño perpetuo a estos años pasados, porque una vez traducido, se obtiene la “calle del lavadero” o la “calle del agua”.