Prisión Saint-Michel

Si te aventuras hasta el final del callejón Rallier du Baty, verás la antigua prisión de Saint-Michel, prácticamente inalterada desde el siglo XVIII. El patio interior está declarado monumento histórico. Aquí entraban todos los prisioneros para ser encadenados a bolas de plomo antes de ser separados: los hombres a la izquierda y las mujeres a la derecha. Las mujeres estaban hacinadas en una sola habitación de 4 metros de largo por 2,5 de ancho. Es fácil imaginar cómo era el infierno. Además, aquí fue juzgada la famosa “Marion du Faouët”, una asaltante de caminos feminista y atrevida que robaba a los ricos para ayudar a los pobres. Una auténtica leyenda bretona. Hoy en día, sigue habiendo 30 presos en la cárcel de Saint-Michel… ¡Pero todos son voluntarios! Eso es lo que se puede leer en el cartel de 1966 para la creación del club de música PSM, cuando la prisión se reinventó para dar paso a un atípico club nocturno de Rennes. Ahora vuelve sobre tus pasos, continúa por la calle Rallier du Baty y gira a la izquierda por la calle de Toulouse.