Plaza de la Parcheminerie

Si estabas en Rennes en el siglo XVII y te faltaba pergamino, aquí es donde habrías ido. De hecho, la plaza de la Pergaminería era el punto de encuentro de todos los pergamineros, que preparaban el pergamino en sus talleres de la calle del mismo nombre. En aquella época, esta calle, que no tenía un trazado preciso, se unía a la calle du Champ Dolent, donde se sacrificaban los animales. Los pergamineros desengrasaban las pieles de cordero, cerdo o ternero y las remojaban en cal, antes de rasparlas con un cuchillo y pulirlas con piedra pómez. Después se secaban y se cortaban en hojas en las que se podía escribir por las dos caras. Para hacerse una idea, se necesitaban 650 pieles de oveja para copiar una Biblia completa. Es fácil entender por qué los libros eran tan raros y caros antes de la llegada del papel. Hoy en día, la plaza ha cambiado mucho. Recientemente ha sido ajardinada y peatonalizada. Además de sus cafeterías, por supuesto, la gente viene aquí por su pequeño teatro de bolsillo, el Théâtre de la Parcheminerie, ubicado en una antigua fábrica de conservas del siglo XIX.