Ópera

La Ópera de Reims se inauguró en 1873. Antes de esta fecha, la ciudad sólo contaba con un pequeño auditorio, donde tenían lugar las representaciones teatrales, muy populares en la época. Pero a medida que la ciudad y su población crecían, el auditorio fue quedando pequeño para acoger al cada vez mayor número de espectadores. Así pues, en 1866 se decide construir un nuevo teatro, y el proyecto se convoca en forma de concurso para elegir quién tendrá el honor de construirlo. El ganador fue Alphonse Gosset, un arquitecto de Reims, que diseñó un teatro de ópera que se parecía al Palacio Garnier. Pese a que el edificio no escapó a las bombas de la guerra, fue reconstruido de forma idéntica y reabierto en 1931. Se trataba de uno de los últimos edificios en reabrir tras la guerra. En la actualidad, conserva el mismo estilo que cuando se construyó, con un hermoso auditorio de estilo italiano cuya decoración está inspirada en el Art Déco, al igual que muchos de los edificios de la ciudad. Actualmente, la ópera ofrece representaciones de las obras clásicas más importantes, así como de óperas contemporáneas, lo que la convierte en un lugar cultural muy apreciado tanto por los lugareños como por los visitantes.