La puerta Matthias

Si te cruzas con visitantes con ojos atentos y cámaras en la mano, un consejo: intenta seguir su mirada. Sin darse cuenta, te están indicando la dirección de una de las atracciones imprescindibles de nuestro itinerario turístico. La Puerta de Matías, que une el primer y el segundo patio del Castillo de Praga, se considera el elemento barroco más antiguo de la ciudad. Como un arco de triunfo romano, se construyó hacia 1614 en el lugar de las antiguas murallas de la ciudad. Según la inscripción dorada del frontón, fue bautizada en honor de Matías I, príncipe de la Casa de Habsburgo que llegó a ser rey de Hungría en 1608, rey de Bohemia en 1611 y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1612. Si te acercas lo suficiente a la puerta, podrás ver su emblema y sus grados tallados en la piedra. Y bajo la cornisa, que has cruzado unos segundos antes, encontrarás todos los territorios que gobernó. Cada hora, al salir del patio, los guardias del castillo rotan. Pero es mejor que estés allí a mediodía, porque sólo entonces podrás presenciar su gran relevo. Se trata de una coreografía bien ordenada de 20 minutos durante la cual no menos de cuarenta guardias se turnan para vigilar el castillo, acompañados por una solemne banda de música. ¡Una experiencia que debes vivir al menos una vez durante tu estancia en Praga!