La isla Kampa

Quizá no lo sepas, pero la capital checa está formada por una docena de islas. Y es en pleno centro de su ciudad donde flota la mayor y más conocida de ellas. La pintoresca Kampa. Aunque la mención más antigua del territorio insular se remonta al siglo XII, el origen de su nombre no está tan claro como el agua. Se han propuesto dos hipótesis. La primera se basa en la identidad de un antiguo residente, que respondía al nombre de Tychon Kampu. La segunda se basa en la raíz etimológica de la palabra «Kampa», que en latín se traduce como «campo». Tras el incendio de Praga en 1541, la isla de Kampa quedó reducida a una serie de jardines, antes de que en el siglo siguiente se construyeran molinos de agua para producir harina. Los molinos funcionaban con el agua del canal de Čertovka, conocido como el «Arroyo del Diablo». Un nombre poco tranquilizador, que según la leyenda procedía de una lavandera malhumorada a quien le habrían dibujado 6 diablos en la fachada de su casa como venganza por su maldad. En el siglo XVI, la parte norte de Kampa fue la primera zona en la que se construyeron viviendas. Alrededor de una única plaza, Na Kampě, se agrupaban encantadoras casitas y restaurantes. Da un paseo por la plaza y verás lo envolvente y romántica que es. Muchas personalidades checas se han enamorado de este lugar y han hecho de la isla su hogar, su segundo hogar. Entre ellos, el poeta Vladimír Holan, autor de Una noche con Hamlet, y el actor Jiří Voskovec, que apareció en la película Doce hombres furiosos. En el sur, son los parques los que hacen que te enamores de la isla. Es hora de dar un paseo, hacer un picnic, con vista de la silueta de las torres de la Ciudad Vieja. Apodada con razón «la Venecia de Praga», Kampa es sin duda un lugar que no debes perderte.