El Teatro Nacional

No cabe duda de que este emblema de la renovación nacional, también conocido como la «capilla dorada», es tan fácil de encontrar. De estilo neorrenacentista, con su famoso tejado dorado, este encantador edificio es el escenario oficial de la República Checa. Su historia comenzó en 1881, con el deseo colectivo de crear un centro cultural como se acostumbra en Europa. Llenos de esperanza, personas de todos los rincones del país se unieron y lanzaron una campaña nacional de recaudación de fondos. Acudieron generosos donantes, incluido el propio emperador. Desgraciadamente, tras el éxito de su inauguración en 1881 se produjo un devastador incendio. Fue entonces cuando se lanzó una segunda movilización nacional.  En menos de 47 días se recaudó la considerable suma de 1 millón de florines para iniciar la reconstrucción. ¡Eso es lo que yo llamo eficacia! A pesar de haberse construido sobre un terreno que se consideraba inestable, la estructura de la obra fue aclamada como una sutil mezcla arquitectónica. La armonía entre las dos partes del edificio es especialmente notable. Por un lado, la parte inferior, mimetizada con el paisaje circundante, y por otro, esta deslumbrante cúpula dominando los horizontes. Reabierto en 1883, este teatro ha sido desde entonces un símbolo de la identidad nacional checa, ¡y por qué no el lugar soñado para todos nuestros amantes de las artes escénicas!