La casa natal de F.Kafka

“Destrúyete para conocerte. Constrúyete para sorprenderte. Lo importante no es ser. Sino llegar a ser». ¿serías capaz de decir quién está detrás de estas profundas palabras? No es una pregunta obvia si no eres un gran aficionado a la literatura checa y a Franz Kafka en particular. Este austrohúngaro, de fe judía, está ligado a Praga como un mejillón a su roca. Nacido en esta casa en 1883, Franz Kafka fue el niño hipersensible y solitario que llegaría a convertirse en uno de los más grandes escritores del siglo XX. La placa de la fachada recuerda hasta qué punto el autor, conocido por sus escritos sobre la culpa, la pérdida de identidad y la transformación del cuerpo, dejó su huella en la historia de la ciudad.