La praça da Liberdade

Toda gran ciudad que se respete tiene una gran plaza principal, ¡y Oporto no es una excepción! Te encuentras en la Plaza de la Libertad, la más importante de la ciudad. Conectando el antiguo Oporto con su parte más reciente, es un lugar de paso ineludible en el descubrimiento de la capital. Rodeada en sus inicios por naranjos y jardines, siempre ha sido un lugar de encuentro o de revueltas. Construida a finales del siglo XVIII, le debe su nombre al rey Pedro IV, verdadero símbolo del liberalismo portugués, cuya estatua ecuestre de diez metros, inaugurada en 1866, se encuentra muy cerca de ti. Si la observas atentamente, notarás que sostiene un papel en su mano derecha. Se trata de la Carta Constitucional de la Monarquía Portuguesa de 1826, un documento fundamental en la historia del país, que instauró una monarquía constitucional, separando los poderes entre el rey, el Parlamento y la Justicia. Esta nueva constitución se inspira en la que este mismo rey había redactado en Brasil unos años antes. Pedro IV de Portugal es también conocido bajo el nombre de Pedro I de Brasil. Se convirtió en el primer emperador del imperio brasileño al proclamar la independencia del país que en ese entonces era colonia de Portugal. Por lo tanto, es una figura clave en la historia de los dos países. Fue él quien lanzó el famoso grito de Ipiranga: “Independencia o muerte”, poniendo fin a 3 siglos de dominación portuguesa. Es este evento el que se celebra actualmente como el Día de la Independencia en Brasil. Ahora entiendes un poco mejor a quién tienes delante, y captas toda la importancia del personaje. Con este dato histórico, te dejo continuar tu visita.