La Catedral Sé de Oporto

Colocada en las alturas de la ciudad, la Sé, o la catedral de Oporto, se hace desear. Edificada en el siglo XII, y varias veces reconstruida a lo largo de su historia, presenta un conjunto arquitectónico armonioso, y sin embargo muy heterogéneo. A pesar de una dominación barroca, la fachada con sus dos torres cuadradas, así como el cuerpo del edificio de estilo románico, le proporcionan esta flagrante imagen de iglesia fortaleza, construida junto a las murallas que alguna vez protegieron la ciudad. Un aspecto severo, que como era de esperar siempre está presente al pasar la puerta de entrada, para ver más de cerca el interior. Las paredes desnudas y la decoración sobria permiten que nuestra mirada detalle los volúmenes biselados de las grandes columnas y la altura de la nave. Si se buscan más detalles, sin duda hay que dirigirse al elegante claustro de la catedral. Este, de estilo gótico, está compuesto por un patio y dos galerías donde preciosos azulejos, estas pequeñas baldosas decoradas, trazan la vida de la Virgen María. Pero antes de dejarte descubrirla a tu antojo, déjame contarte sobre el matrimonio más famoso que se declara en la Sé. El de Juan I  y Philippa de Lancaster, la única mujer inglesa que fue reina de Portugal. Esta unión, celebrada en 1387, es un hito en la historia del país. De hecho, sella el Tratado de Windsor, una alianza estratégica entre Portugal e Inglaterra que aún perdura hoy en día, bajo la forma de estrechas relaciones diplomáticas. En esa época, esto le permitió a Portugal ser más fuerte frente a los ataques castellanos, y a Inglaterra tener un aliado contra Francia. Pero más allá de la política, la reina Philippa traerá consigo sus hábitos ingleses, especialmente su fuerte piedad y la rigurosa educación religiosa que le dará a sus hijos. Ten en cuenta que los hijos de Jean y Philippa, impulsados a interesarse por la ciencia, los viajes y la religión, son apodados “la generación ilustre” y marcan la edad de oro de Portugal. Entre ellos se encuentran Enrique el Navegante, Fernando el Santo, Pedro de Portugal I Duque de Coimbra o el rey Eduardo I. Si buscas bien, en el interior de la catedral encontrarás una rosa grabada en un pilar, símbolo de los Lancaster, que se convertirá en un emblema mundialmente conocido durante la Guerra de las Dos Rosas, enfrentando a dos ramas de los Plantagenet que entonces gobernaban Inglaterra. La rosa roja de los Lancaster contra la rosa blanca de los York. Esta importante guerra de sucesión se saldará con la unión de las dos familias, creando así la famosa dinastía Tudor y su nueva rosa, símbolo de la paz recuperada. ¿Quién hubiera pensado que encontrarías un emblema inglés tan importante en el coro de la catedral de Oporto?