El Centro Portugués de la Fotografía

A la vuelta de esta plaza, y de estos tranquilos jardines, aparece este intimidante edificio, cuyo color amarillo solar engaña por las apariencias. Antes de convertirse en el Centro Portugués de la Fotografía en 1997, estos gruesos muros albergaban un pasado mucho menos tranquilo. Si bien en su inauguración, en el siglo XVIII, es como tribunal de justicia que el monumento comienza sus funciones, es sobre todo su transformación en prisión, hasta 1974, lo que dejará huella. Entre los prisioneros que se alojaron allí se encuentra Camilo Castelo Branco, un gran escritor portugués del siglo XIX, que supuestamente fue encarcelado en una de las celdas por adulterio. Una pena como ninguna otra, ya que esta estancia en prisión le permitió escribir, en apenas 15 días, una de sus novelas más famosas, titulada “Amor de Perdiçao”, o “Amor de perdición” en español. Aunque el estilo austero del monumento subsiste a través de las dimensiones voluminosas, las ventanas con barrotes y los largos pasillos, el lugar alberga hoy en día un patrimonio excepcional dedicado a la fotografía. Es uno de los centros de preservación fotográfica más importantes de todo Portugal, así que si te interesa, no dudes en visitarlo de forma gratuita. Descubrirás la organización de la antigua prisión, con sus celdas y salas de tortura, exposiciones fotográficas permanentes y una hermosa colección de dispositivos raros y antiguos. Además, cada mes nuevas exposiciones temporales completan el cuadro de esta visita que ¡claramente no te dejará indiferente!