Baptisterio Saint-Jean

Atención, vamos a un edificio raro y precioso. El Baptisterio de San Juan es uno de los monumentos religiosos más antiguos de Europa. Simboliza la llegada del cristianismo como religión oficial a Francia. Data del siglo IV y estuvo a punto de desaparecer en el siglo XIX.  En 1835, se iba a construir una carretera para prolongar el Puente Nuevo, y el Baptisterio estorbaba: ¡estaba justo en medio de la carretera! El proyecto consistía en derribarlo por completo. El gobierno francés, influenciado por la Sociedad de Conservación de Bienes Nacionales, intervino para comprarlo y salvarlo de la demolición. En 1846 se convirtió en monumento histórico protegido. Por fuera no está mal, pero por dentro es espectacular. La pieza central es la piscina bautismal octogonal, que data del siglo V. En los primeros tiempos del cristianismo no se bautizaba como hoy. Se basaba en el bautismo de Cristo descrito en los Evangelios, es decir, por inmersión completa. Este procedimiento se siguió hasta el siglo VIII. El baptisterio se convirtió entonces en una iglesia parroquial llamada Saint-Jean-Baptiste en recuerdo de su función original. Las pinturas que se pueden admirar cubrían antes la totalidad de las paredes del baptisterio. Datan de varias épocas y hoy muestran obras góticas que cubren aquellas del siglo XI.  El lugar alberga también una increíble colección de sarcófagos de la epoca merovingia. Todo el conjunto es un auténtico tesoro arquitectónico y cultural de visita obligada para los aficionados. Hay que pagar la entrada, pero el recinto está abierto de 10:30am hasta las 12:30 y de 02:00pm hasta las 06:00pm en verano, y sólo por la tarde en invierno. Si deseas volver para una visita más profunda, ten en cuenta los horarios de apertura.