Jardines del río Basse

Perpignan es conocida por una particularidad muy precisa, que podemos observar a lo largo y ancho de la ciudad. Mucho más pequeño que el Têt, un río costero que atraviesa la ciudad de Perpiñán, el Basse, llamado así por su bajo nivel, también sabe llamar la atención. Más que un simple riachuelo, que sugiere orillas y flujos tranquilos, fue el centro de todo un proyecto de desarrollo natural, que consistió en crear un nuevo espacio para pasear a la sombra, sin sacrificar la presencia de especies animales ya presentes en el sitio. Para ello, los antiguos jardines obreros de 3 hectáreas, que durante mucho tiempo permanecieron en barbecho, fueron completamente transformados bajo el impulso del municipio. La plantación de árboles, la creación de caminos peatonales y pistas ciclables, son algunas de las acciones que se llevaron a cabo en el perímetro, devolviéndole un verdadero valor añadido. Un proyecto exitoso, que se traduce hoy en una combinación perfecta entre el ecosistema y el hombre.