Cine Castillet

Ce point d’intérêt est disponible en audio dans le circuit: Visitar Perpignan, El arte de vivir a la catalana francesa
En una época en la que la realidad virtual se está introduciendo cada vez más en nuestra vida cotidiana, el Cinéma Castillet nos ofrece un magnífico viaje atrás en el tiempo, cuando el séptimo arte florecía en la ciudad mediterránea. Desde hace más de 110 años, este lugar es un eslabón esencial de la vida cultural de Perpiñán. Como un anciano al que se estima, al que se respeta, pero que ha vivido muchos alborotos. Y esto, desde el principio. El Cinéma Castillet, fue el primer establecimiento de este tipo en Perpiñán, y se inauguró el 7 de noviembre de 1911. Durante una estadía en Francia, Joan Font , propietario de varias salas de cine en Barcelona, encontró la inspiración para construir un nuevo cine, para ello decidió aprovechar un terreno de 600 m², anteriormente ocupado por los baluartes norte de la ciudad. La inspiración surgió durante una estadía en Francia. El hombre recurrió al arquitecto Eugène Montès para dar vida a su proyecto y al artista local Alexandre Guénot para embellecerlo. Entre los estilos del siglo XIX y el Art Nouveau, a los que se añaden frisos florales de cerámica, esculturas de máscaras teatrales y otros adornos, el Cinéma Castillet se asemeja a una verdadera joya arquitectónica. Desafortunadamente, el día de su inauguración, su apariencia no causó sensación, sino escándalo. Cuando la prensa no lo consideraba una “obra maestra del mal gusto español”, lo comparaba con una “mezquita”, o incluso con un “asilo psiquiátrico”. Pese a este comienzo difícil, Joan Font no se rindió y se las arregló para que las películas que proyectaban, mudas en aquella época, fueran acompañadas por una orquesta. Fue un verdadero triunfo en la ciudad del Rosellón. Hacia 1914, con la entrada en guerra de Francia, el Cinéma Castillet se vio obligado a cerrar sus puertas en señal de apoyo popular a los soldados en el frente. Aunque las pérdidas financieras fueron cuantiosas durante este período, la situación fue mucho mejor en los años siguientes. Hacia 1973, el éxito del cine erótico fue tal que los españoles, privados de este pasatiempo en sus países, acudían en masa al otro lado de la frontera para tener acceso a él. Amenazada en varias ocasiones por el auge de la televisión, la familia Font redobló sus esfuerzos para hacer funcionar su negocio. Fue ella quien instauró las entradas con descuento para animar a las clases medias a ir al cine. Además, organizó sesiones al aire libre y desarrolló nuevas estructuras en Perpiñán y fuera de la ciudad. Catalogado como monumento histórico en 1997, el Cinéma Castillet es actualmente gestionado por la 5ª generación de la familia Font. Ampliamente preservado en el tiempo y renovado interiormente del suelo al techo hace poco, el edificio centenario no está listo para bajar el telón.

Découvrez Perpignan avec l’application navaway®
Une navigation interactive à travers les plus belles rues, places et quartiers
19 audioguides ludiques avec commentaires historiques, anecdotes et quelques mystères
Comentarios