Palazzo Gangi

En Palermo son muchos los palacios con los que podemos cruzarnos en nuestro camino sin ni siquiera darnos cuenta. En buen estado y sin rastros de signos ostentosos, el Palazzo Gangi tiene su pequeña fama. Edificada en el siglo XVII para acoger a la familia Valguarnera y, más tarde, a los príncipes de Gangi, esta antigua residencia aristocrática tiene una larga historia.

Fue también el escenario de la célebre escena de baile entre Claudia Cardinale y Alain Delon en la película El Gatopardo, dirigida en 1963 por Luchino Visconti. No parece así, pero detrás de sus fachadas exteriores de barroco siciliano se esconden 8000 m² de estancias, una más fastuosas y rococó que las otras. Con el fin de restaurar y mantener todo el valor del lugar, los propietarios actuales no escatiman esfuerzos desde hace más de 20 años.

De hecho, la princesa Carine Vanni Mantegna di Gangi, recurre regularmente a los mejores artesanos toscanos, para que cada parcela del edificio vuelva a experimentar su mejor momento de gracia. Un trabajo titánico, que requiere la intervención de conocimientos técnicos olvidados o en peligro de desaparición, como el dominio del dorado mecca,una técnica con hoja de plata muy utilizada en Sicilia durante el siglo XVIII.

Desafortunadamente, este mantenimiento a gran escala, realizado hasta ahora, tiene un precio. Una coqueta suma de 4 millones de euros para ser más precisos. Y sin deducciones ni ayuda estatal, la misión es cada vez más difícil de cumplir. Respetado por el director del Departamento de Artes Gráficas del Museo del Louvre, el Palacio Gangi es una de las mansiones más espectaculares de Europa, que solo se puede descubrir en visitas grupales.