Mercato Ballarò

Si sigues recto por la Piazza Ballarò, que se abre a tu derecha, un poco más abajo encontrarás uno de los mercados más vivos y coloridos de Palermo: el Mercato Ballarò. Aquí todo es un auténtico festival de sonidos, olores y colores, un ambiente que te sumerge directamente en el alma popular de la ciudad.

Pero lo que hace que este lugar sea realmente inolvidable es lo que puedes probar. Sicilia No te pierdas los famosos arancini, esas bolas doradas de arroz, rellenas al estilo tradicional, que seguro ya conoces. Otro imprescindible son las panelle, finas tortitas de garbanzo fritas, crujientes y muchas veces servidas dentro de un panecillo. También tienes que probar la sfincione, la pizza palermitana, una especie de focaccia cubierta únicamente con salsa de tomate.

Y si te gustan las experiencias más atrevidas, atrévete con la stigghiola: brochetas de intestinos de cordero asados a la parrilla, una especialidad local que sorprende pero que los palermitanos adoran. Para terminar con un toque dulce, déjate tentar por un crujiente cannolo relleno de ricotta fresca y aromática, o por una granita de almendra, refrescante y deliciosa.

Todos estos sabores hacen del Ballarò una parada obligada: aquí, Sicilia se disfruta tanto con la vista como con el gusto. En cuanto a lo práctico: el mercado abre todos los días, desde primera hora de la mañana hasta el anochecer, con un ambiente especialmente animado los fines de semana.